mirar (14)
A veces
me ganan los miedos,
los ratos amargos,
los desplantes,
los momentos absurdos,
los deseos malvados,
el cansancio.
A veces
siento que no soy;
que juego,
que no danzo,
y vuelo mareada
en ésta marea constante
de sentimientos vanos;
de letras sin sentido o
A la espera de una colisión.
Hay cosas a nuestro alrededor que no podemos ver a simple vista; que hay una necesidad de mirar una, dos o quinientas veces más, para percibir que ellas no son sólo aquello que creemos que sean.
El universo es un buen ejemp
A los 59, la desnuda verdad de mi cuerpo.
Desnuda, me puse frente a las puertas del armario con las luces encendidas y me mentalicé.
Respiré hondo y coloqué los espejos para poder verme de cuerpo entero.
Trabajé a conciencia para quitarme de la cabeza e
“PARA HACER FELIZ A UNA MUJER”
“Mi padre me dijo
que para hacer feliz a una mujer
no hace falta mucho, es decir,
– se explicó mejor-,
no se necesita mucho esfuerzo,
pero se necesita mucha pasión.
No hace falta mucho dinero,
pero necesitan de la creatividad
Que no te asuste mi maldad,
si mi maestro fuiste tú.
Nunca me ha gustado ser una carga para nadie, me gusta que las personas que entran o salen de mi vida
se vayan sin cargos de conciencia y es precisamente
por eso que te prometí que no tendrías ese prob
Ella te dejará, ya sabes.
Ella te dejará.,
no por las cosas que hiciste,
sino por las cosas que no hiciste.
Ella te dejará,,
no por las cosas que dijiste,
sino por las cosas que nunca dijiste.
Ella te deja porque dijiste que la amabas,
pero no lo demos
TODAS LAS FLORES DEL DESIERTO
Mario Vargas Llosa escribió:
Todas las flores del desierto
están cerca de la luz.
Todas las mujeres
bellas son las que yo he visto,
las que andan por la calle con abrigos
largos y minifaldas,
las que huelen a limpio
y sonríen
Todas las flores del desierto están cerca de la luz.
Todas las mujeres bellas son las que yo he visto,
las que andan por la calle con abrigos largos y minifaldas, las que huelen a limpio y sonríen
cuando las miran.
Sin medidas perfectas, sin tacones de v
El sueño
Yo vi dos soles rojos dominando el espacio
Perlaban en sus rayos las luces de topacio
y tendí mis dos manos hambrientas de infinito
para estrujar en ellas un inefable mito.
Las dos pupilas rojas como rosas del cielo
cegaron mis pupilas, soberb
D e j é
Dejé que el mundo me dijera que estaba loca y, entonces, me sentí libre para hacer lo que quise.
No dejé que mis oídos oyeran lo que mis ojos no podían ver y no dejé que mi boca hablara cosas que mi corazón no sentía.
Comprendí que entre las
Hay que ver la de porquería que se acumula en el patio.
Un par de días de viento
y lo ha dejado todo desordenado y revuelto.
¡Fíjate! El columpio en el suelo.
¿Y mis flores?
Pobres.
Estas marchitas y esta.......
¡Huy!
¡Si esta tiene bichitos!,
tendré que m