Tarde que temprano perdemos
la guerra contra el tiempo...
Nuestra juventud se nos escapa del cuerpo y la gravedad fuerte y descarada se toma todo aquello que cuidadosamente nos hemos esforzado por mantener en su lugar..
Ya no hay cremas ni pomadas que borren las marcas de tantas risas, penas, trasnochos y enojos de nuestro semblante...
Tomamos vitaminas, colágeno, limón, jengibre, vinagre de…